Entre el jueves 26 de septiembre y el sábado 28 tuvo lugar en Cowes, Isle of Wight, Inglaterra, la “Global Team Racing”, espléndidamente organizado por “Royal Yatch Squadron”, del que participamos 12 equipos: St. Francis Yacht Club (USA), Royal Thames Yacht Club (GBR), New York Yacht Club (USA), Newport Harbor Yacht Club (USA), Royal Cork Yacht Club (IRL), Dutch Match and Team Race Association, Royal Yacht Squadron (anfitriones de lujo), Bayerischer Yacht Club (GER), Sorrento Sailing Couta Boat Club (AUS), Japanese Sailing Federation (JAP), Royal Bombay Yacht Club (IND) y nuestro querido Yacht Club Argentino.
Debemos destacar el enorme orgullo de haber sido el único club náutico de Suramérica en haber sido invitado a participar, gracias a las conversaciones iniciadas hace ya un par de años atrás por consocios que supieron ver el enorme prestigio de este club decano de los clubs británicos, profundamente vinculado con la nobleza inglesa, tanto en su historia como en la actualidad.
Las regatas se corrieron en la modalidad “por equipos”, práctica que entre nosotros no es muy habitual (excepto en Optimist) pero que en el resto del mundo náutico está muy extendida, y que nosotros debiéramos tratar de rescatar ya que son enormemente divertidas, desafiantes y veloces. Los “combates”, – porque la modalidad exige una estrategia y una táctica con persecuciones, bloqueos, ataques, etc, dignos de un combate naval -, se libraron a bordo de una flota de doce “J70”, sin Spi.
La condición meteorológica en los tres días fue extrema a punto tal que los J partían ya con su única mano de rizos tomada y a pesar de ello durante la jornada se volvían ingobernables, con un sinnúmero de rifaduras de velas (todas a estrenar…)
Viento de más de 20 nudos, llovizna, 17 a 18 grados y una ola que en sus crestas rompía, le daban al canal “The Solent” su justa fama ganada en las terribles singladuras de la Fastnet.
Luego de un día miércoles que había sido previsto para que los marinos pudieran entrenar en la cancha, pero que apenas permitió menos de 45 minutos arriba de los barcos para las dos tripulaciones de nuestro club, el jueves teníamos que librar 11 combates. Solo pudimos completar los dos primeros. Luego el tiempo se fue poniendo peor, el viento fue refrescando y cuando llegaba nuestra segunda tanda de 3, la contienda se levantó porque el viento superaba los 30 nudos, la ola estaba terrible y las embarcaciones se empezaban a romper.
De las 2 que peleamos, en la primera contra el Royal Bombay ganamos nosotros (a ellos se les fue un hombre al agua durante la largada lo que agregó tensión a un momento de por sí adrenalínico) y en la segunda, contra Alemania, perdimos. La verdad que fue un combate divertidísimo y ellos fueron mejores: más agresivos y con mejor táctica entre los dos barcos, pero les costó un mucho, tuvieron 3 protestas por maniobras “unfair” y una tripulante casi se les fue al agua….
El segundo día (el viernes), amaneció fatal. A las 07:30 AM eran las reuniones de capitanes (“Capitanas” en nuestro caso, ya que fuimos conducidos por Vicky y por Sol, dos consocias “Olímpicas” al timón) y ya para esa hora el viento no bajaba de 17 nudos, llovía mucho y la visibilidad era complicada.
Tuvimos 5 combates antes de que se levantara la cancha porque el temporal lo hacía muy peligroso, con mucha gente cayendo al mar y muchas velas rompiéndose.
Los 5 combates fueron 3 juntos en una primer tanda y 2 en un segundo momento.
Los 3 primeros fueron contra tres equipos super entrenados en estas artes (de hecho eran los favoritos) y perdimos los 3.
Pero no solo perdimos porque ellos eran mejores sino que en el medio del temporal con olas grandes y mucho viento y lluvia no logramos concentrarnos y cometimos tres errores increíbles: en el primer combate no nos dimos cuenta que había empezado (largamos muy mal) y cuando nos trabamos en lucha nosotros fuimos a una boya que (para nosotros era la que valía) y nos equivocamos de cancha!!!!
En el segundo combate, contra el Newport, había otro combate simultáneo (los barcos están identificados con banderines de color colorado o amarillo o azul) y de repente nos confundimos y nos fuimos a pelear contra otros amarillos (literal, nos trenzamos en un duelo con el equipo de Japón)!
Y el tercer combate fue contra los Royal Thames (Londres), super favoritos, tuvimos varios problemas técnicos, y perdimos.
En los dos que siguieron luego de un breve descanso, contra Japon ganamos y contra los locales (los Royal Squadron) perdimos pero protestamos la batalla ya que antes de comenzar (y como indica el reglamento) dimos aviso que nuestro barco tenía un problema en la vela mayor que podía agravarse durante la contienda, pero los jueces no nos hicieron caso, largaron la regata igual y efectivamente se agravó el problema de nuestra vela mayor poniéndonos en riesgo. Para cuidarnos decidimos seguir la pelea (no abandonamos) pero no pudimos ir a fondo.
Luego de eso levantaron las competencias por mal tiempo, y quedamos esperando la decisión del Jury sobre nuestra protesta que finalmente fue desestimada.
El sábado, sin lluvia pero con fuertes vientos arrachados y ola, dimos los últimos dos combates, contra Holanda y contra el Sorrento (los aussies). Perdimos ambas ya que nunca pudimos poner los barcos a punto.
Los 3 primeros fueron St Francis (san francisco), Royal Thames y Royal Squadron.
Nos volvemos a casa con la alegría del mar, del viento, de un pueblito dedicado enteramente al yatching, con las fiestas con que este club bicentenario y fundador de nuestro deporte nos agasajó en los “3er tiempo”, y si bien esta vez no pudimos traernos las copas, aprendimos, nos desafiamos, y quedamos comprometidos para el año que viene, que se pelea en Cerdeña, Costa Esmeralda.
Carlos Tonelli