La historia de nuestro Club comenzó con el uso compartido del cutter “Ariel”, por un grupo de aficionados a la navegación a vela, formado por parientes y amigos de Hortensio Aguirre Anchorena, quien los lideraba y transmitía su entusiasmo y experiencia, aquilatada en memorables cruceros que los llevaron hasta la Patagonia.
Este grupo de entusiastas navegantes, a quienes se les sumaron miembros de la efímera Boating Society, que se disolvió cuando un fuerte temporal destruyó su material flotante, crearon el Yacht Club Nacional, a mediados del año 1882.
La nueva entidad reconocía dos categorías de socios: los propietarios, dueños del Ariel y los suscriptores, que compartían su uso y con sus cuotas colaboraban para afrontar los gastos, correspondiendo a los primeros la administración y la admisión de nuevos socios suscriptores.
El reglamento de la nueva entidad establecía que el contramaestre o algunos de los socios propietarios debía acompañar a los suscriptores en los cruceros para ejercitarlos en la maniobra. Sus directivos solicitaron al Gobierno Nacional el uso de la enseña patria y dispusieron la compra de una nueva embarcación, en cuanto contaran con fondos suficientes, determinándose que, cuando ello se concretara, los socios propietarios, recuperarían el uso exclusivo del “Ariel”.
El 30 de mayo de 1883 se dio a conocer el Dictamen del Procurador General de la Nación, Doctor Eduardo Costa, que se expedía sobre la solicitud para el uso de la bandera nacional en las embarcaciones del Club, en cuya parte pertinente decía:
“Señor Ministro… Asociaciones de éste género son acreedoras a toda consideración de V. E. bajo un doble punto de vista. Es en primer lugar de notorio interés público estimular el gusto por la navegación en un pueblo que posee costas tan dilatadas y dos de los más magníficos ríos del mundo. Es por otra parte de verdadero interés nacional fomentar la creación de sociedades que tienen por objeto el desenvolvimiento de la fuerza física, por la acción benéfica de ejercicios corporales al aire libre. Los caminos de hierro, los tranways y las facilidades de todo género que la civilización ofrece a la satisfacción de las necesidades y de los goces de la vida, evitando todo esfuerzo personal, entrañan un peligro en el enervamiento de las razas, de que los poderes públicos no pueden menos que preocuparse seriamente. Hasta el ejercicio del caballo va desapareciendo entre nosotros. ¡ Apenas si se necesita hoy caminar !
El medio de conjurar este peligro nos está claramente señalado por las naciones que nos preceden en el camino del progreso. El interés, podría decir mejor, el entusiasmo que en ellas despiertan los ejercicios que conservan el vigor y la salud, no es ajeno, sin duda alguna, al desenvolvimiento sorprendente de su riqueza y poder.
Jamás se estimulará bastante entre nosotros la creación de sociedades de gimnasia, de regatas, de ejercicios atléticos y demás tendientes al mismo objeto…Ninguna dificultad ofrece conceda V.E. al Club Argentino el uso de la bandera nacional, con su correspondiente gallardete, según lo solicita… No creo necesaria la fianza que el mismo club ofrece …”
Fue entonces, cuando ese grupo de amigos navegantes, alentado por tan auspicioso espaldarazo, decidió convocar a la Asamblea del 2 de julio de 1883, en la que quedó formalmente establecida la fundación del YACHT CLUB ARGENTINO y designó a don Hortensio Aguirre Anchorena como su primer Comodoro.
A partir de ese momento, se comenzaron a organizar regatas y cruceros, fluviales y marítimos, basándose en el objetivo originario y principal de fomentar y generalizar el gusto por la navegación, según lo declaraba el acta de fundación firmada por los propietarios del Ariel.
La incorporación de nuevos socios, algunos de ellos propietarios de barcos, fue robusteciendo al recién nacido Club, cuyo uno de sus problemas básicos a resolver era la necesidad de obtener un local social. Por ello, inicialmente, se aceptó el ofrecimiento de Aguirre de utilizar dos salones de su casa. Fallecido Hortensio Aguirre, a los 30 años, su padre donó al Club el cúter Nemo, en memoria de su hijo que había hecho tanto y en tan breve tiempo por difundir la náutica. Fondeado en el Riachuelo, el “Nemo” fue durante años sede flotante del Club.
En sus primeros 30 años de vida el Yacht Club Argentino tuvo una sede ambulante, como consecuencia de las dificultades económicas propias y de los obstáculos que presentaba el Puerto de Buenos Aires en esa época. ¿Cuál fue su sede inicial? El fondeadero. ¿Estuvo en la boca del Riachuelo o en el Tigre? La mayor parte de las antiguas historias coinciden en señalar que Aguirre y García Mansilla, fondearon el cúter recién importado, “Ariel”, en el río Tigre, siendo éste, el primer apostadero de la flotilla del Club.
En el mes de Septiembre de 1911, ambas Cámaras del Congreso aprueban (con términos muy conceptuosos) el proyecto que concede al Club un fondeadero de 30.000 metros cuadrados de superficie, y permite invertir fondos del presupuesto en hacer obras de defensa. Finalmente, se obtiene por Decreto del 11 de junio de 1914, la concesión del terreno para la sede social en la extremidad Sud Este de la Dársena Norte, frente al fondeadero. Este hecho determinó el inicio de las obras de construcción del edificio de nuestra Sede Principal de Dársena Norte, diseñado por el reconocido Arquitecto Edouard Stanislas Louis Le Monnier, que fue inaugurado el 23 de diciembre de 1915, ampliado en 1930 y remozado en 1995, mediante una importante obra de restauración. Este emblemático edificio actualmente es reconocido como Monumento Histórico Nacional.
El terreno de la Sede “Hugo Virgilio Tedin”, en San Fernando, fue adquirido en 1932 y lo que actualmente podemos admirar fue fruto de varios años de duros esfuerzos y de la visión de quienes lo hicieron posible. El parque, en el que luce una interesante y colorida variedad de árboles, arbustos y plantas, fue diseñado por el socio Martín Ezcurra.
Mar del Plata. Sede Playa Grande. Desde 1924, el Yacht ocupa el sector Sur de Playa Grande, destinado a balneario y actividades sociales. El 27 de enero de 1940 se inauguró el actual edificio, cuyas características arquitectónicas racionalistas son las típicas de esa década. Ese día se realizó una comida para 700 comensales y posterior baile, que fue la primera fiesta de la temporada del, entonces, balneario más renombrado de la República.
Mar del Plata. Puerto de Yachting. En 1956 el Club promovió la creación del hoy denominado afectuosamente “Puerto Porretti”, en lo que era – en sus orígenes – una laguna que formaba parte de un predio perteneciente a la Armada Argentina, contigua al Puerto Comercial, trasladando su fondeadero de la Base Naval a ese espejo de agua que, actualmente, es compartido con el Centro Naval, el Club Náutico Mar del Plata y el Club Motonáutico Mar del Plata.
Isla Zárate. En el año 2008, la Dirección Provincial de Islas de la Provincia de Buenos Aires, autoriza al Yacht Club Argentino a permanecer, utilizar y adquirir, como ya se hizo, unas 60 hectáreas de la Isla Zárate . Está ubicada en el canal Emilio Mitre, entre los Km 45 y 42,7, en primera sección de Islas del Partido de Tigre. La distancia es casi equidistante entre la sede de San Fernando y la sede de Dársena Norte, colocando a nuestra sede de la Isla Zarate en un lugar ideal, para pasar el día y amarar reparados, con la posibilidad de bajar un rato a tierra firme y utilizar el gran deck con sus parrillas, baño, cancha de vóley, playa, kayaks y optimist, o simplemente caminar y recorrerla
Los socios del Yacht, hemos recibido de nuestros mayores una tradición náutica, que implica una filosofía y una forma de vida, basada fundamentalmente en el juego limpio, el respeto por el rival y el espíritu deportivo que debe tener como objetivo, no solamente forjar buenos navegantes sino, fundamentalmente, que quienes lo practiquen estén imbuidos de los principios éticos y morales que los conduzcan a ser buenas personas.
Por ello, debemos recordar y agradecer a todos los que nos precedieron que, de generación en generación, fueron inculcando esos principios y valores, tan preciados en nuestros días, que han hecho del Yacht Club Argentino una entidad reconocida nacional e internacionalmente.-
La actividad deportiva es intensa: gran cantidad de regatas y campeonatos son organizados por el Club; Selecciones, Campeonatos Argentinos y torneos tradicionales que tienen como sedes a Dársena Norte y Mar del Plata, revelan el esfuerzo, la buena disposición y la eficacia con que se llevan a cabo. En los últimos años el Yacht ha tenido la responsabilidad y la satisfacción de organizar los Campeonatos Mundiales de las clases Cadet, 420, Laser, J24 y F18. Año a año organiza eventos de renombre internacional como la Semana de Buenos Aires, el Rolex Circuito Atlántico Sur, la Semana de Clásicos de Punta del Este y la Semana Internacional del Yachting.
El Yacht Club Argentino es reconocido como un organizador de regatas serio, responsable y con un alto nivel técnico.
El Club tiene un destacado plantel de profesores y entrenadores de yachting, en sus escuelas de San Fernando, Dársena Norte y Mar del Plata, en las que se dictan cursos de aprendizaje de navegación, táctica y entrenamiento de regatas, y se otorgan habilitaciones deportivas de Timonel y de Patrón de yates a vela y a motor y también posee un calificado personal de marinería, servicios y administración, sin cuya colaboración no podríamos llevar adelante la tarea de fomento, promoción y organización de la actividad náutica.
Debemos agradecer a todos aquéllos que a lo largo de 138 años de pujante actividad, nos han brindado el Club al que tenemos el honor pertenecer.