Luego de obtener la victoria de la Serie ORC Club en la Regata Oceánica Buenos Aires-Río de Janeiro, el Fjord VI decidió tomarse las cosas con más calma y volver en etapas desde Río. Para tal misión se realizó una convocatoria en Agosto, para que los socios pudieran participar de tal aventura. La primera etapa era desde Río de Janeiro hasta Angra dos Reis y los tripulantes fueron Martín Ricur, Carolina Labate, María Susana Alonso, Luis Cabeza, Marta Iñiguez.
Carolina Labate relata su experiencia.
Después de haber recorrido 13 países y sin haber dormido por un día cargando dos bolsos y una mochila que sumaban aproximadamente 35kg en total, procedí a embarcarme en mi última aventura a bordo del Fjord VI. No puedo describir mi felicidad cuando logré llegar al Iate Clube do Rio de Janeiro y ver el banderín del club flameando en el peine de la marina, era lo más cercano a casa que había estado en un largo tiempo. Anhelaba subirme y dormir en la cucheta superior de estribor siendo hamacada por las olas del mar (o las residuales de un crucero en su defecto). Entre muchos momentos memorables, se destaca la primera noche que navegamos hasta Ihla Grande, recuerdo ver el Cristo iluminado en el tope del monte y las playas de Ipanema y Copacabana llenas de luces a lo lejos. Se escuchaba como el barco cortaba el agua y con cada brisa del terral el ruido de la ciudad acompañado de la música del carnaval llegaba a nuestros oídos ya ensordecidos por el ronroneo característico del motor. La convivencia a bordo ha sido una de las mayores enseñanzas de esta navegada, en esta oportunidad, la tripulación consistía de 6 personas con personalidades, vivencias y profesiones muy distintas pero la magia del lugar y de navegar logró unirnos hasta el punto que celebramos misa a bordo, lo cual fue inimaginable e impagable al mismo tiempo. Mi única dificultad fue acostumbrarme al calor de nuevo y al concierto de ronquidos, por lo cual, más de una noche cargué mi colchón a la cubierta y dormí bajo las estrellas rodeada del reflejo de las luces de fondeo serpenteando en el agua y amanecí con la salida del sol lista para saludar a todos los pesqueros y ver las fragatas volando en el horizonte cubierto de islas y montañas. Siempre me pregunto qué será lo que inspiró a Frers a crear este diseño pero estoy segura que él vivió momentos sorprendentes a bordo como nosotros, por ende, siempre es y será un orgullo poder representar al club navegando a bordo de este barco legendario cuya silueta atrae miradas en todos los puertos.
También les compartimos algunas fotos.